Suplementos de MSM (Metilsulfonilmetano)

¿Qué es el MSM y para qué sirve?

El MSM (metilsulfonilmetano) es un compuesto de azufre que se encuentra en pequeñas cantidades en ciertos alimentos como verduras y leche. En la medicina nutricional, este ingrediente ya no es un secreto: se ha convertido en un suplemento de MSM reconocido y valorado.

¿Por qué es tan popular el MSM? Porque aporta azufre, un elemento implicado en muchos más procesos de los que imaginamos. Especialmente en situaciones de estrés físico, tras lesiones del cartílago o durante fases de desintoxicación, tomar un suplemento de MSM puede ser una decisión inteligente.

Azufre: un mineral ignorado.

El azufre es un mineral esencial que representa alrededor del 0,2 % de nuestro peso corporal. Lo que parece insignificante en términos de cifras, resulta ser engañoso si se examina más de cerca, ya que, por ejemplo, la cantidad de azufre en el cuerpo es cinco veces mayor que la de magnesio y 40 veces mayor que la de hierro. Sin embargo, aunque todo el mundo conoce la importancia del magnesio y del hierro, el azufre (y con este el MSM) ha quedado relegado al olvido. Además, también sigue siendo necesario investigar más al respecto en la comunidad científica

¿Para qué necesitamos el azufre?

El azufre entra en juego en muchos lugares de nuestro organismo. Es un componente que forma parte de innumerables sustancias endógenas, incluidas las enzimas, las hormonas y algunos aminoácidos. Un conocido elemento con contenido en azufre es el glutatión, que sirve al organismo de potente antioxidante y desempeña un papel fundamental en la detoxificación. El azufre también se encuentra en el anticoagulante heparina, en la insulina, que reduce el nivel de azúcar en la sangre, y en la coenzima A generadora de energía.

Pero el azufre no solo interviene en numerosos procesos metabólicos, sino que también es indispensable para la “edificación” de nuestro organismo. Los aminoácidos que contiene este elemento garantizan la correcta alineación espacial de la albúmina endógena con sus fuertes puentes de azufre. Esto los convierte en indispensables para la salud de los tendones, los huesos, los cartílagos y los músculos. A su vez, el cabello, las uñas y el tejido conjuntivo también requieren de la “construcción de puentes de azufre”.

Los 5 beneficios del MSM

Los médicos y terapeutas alternativos confían en el donante de azufre MSM para diversos problemas. Sin embargo, la riqueza de la experiencia práctica está en muchos aspectos por delante del estado actual de los estudios.  

A continuación se presenta un resumen de los ámbitos de aplicación más importantes:

1. MSM para la protección natural de cartílagos

El azufre es un componente fundamental del líquido sinovial y de los cartílagos. Ambas estructuras necesitan renovarse de forma constante debido al estrés continuo. Entre otras cosas, el azufre es necesario para estos procesos de regeneración. Las deficiencias pueden perjudicar la labor de reparación necesaria y favorecer el desarrollo de la artrosis dolorosa (desgaste articular). Los estudios realizados sobre cartílago desgastado, que contenía solo un tercio de la concentración de azufre del tejido cartilaginoso sano, demuestran que se puede establecer una relación entre la deficiencia de azufre y la artrosis.

El suministro específico del MSM, el proveedor de azufre, para la artrosis ya no es algo desconocido en la medicina alternativa. Estos conocimientos prácticos están respaldados por un montón de estudios in vivo y en humanos. Por ejemplo, en 2006, un estudio clínico investigó la eficacia del MSM en casos de osteoartritis. En este estudio, 50 hombres y mujeres con osteoartritis dolorosa de rodilla tomaron 3 g de MSM dos veces al día, o bien un placebo sin su conocimiento. Después de 12 semanas, el grupo de MSM mostró una disminución significativa del dolor. A su vez, los participantes recuperaron movilidad y calidad de vida.

Otros estudios sugieren que el MSM ofrece protección ante la artrosis no solo por su función de material de construcción, sino también, en particular, por la inhibición de las sustancias mensajeras que promueven la inflamación y de las enzimas que deterioran el cartílago.